Torres almenaras
Las torres vigías o almenaras complementaban el sistema de defensa. Estas torres creaban una red que permitía comunicar alarmas o mensajes por medio de humo de día o llamas de noche. Los cristianos reforzarán el sistema existente desde la época de la invasión musulmana. Para ello construyen otras nuevas torres, para protegerse de los numerosos ataques berberiscos que buscaban capturar personas y ganado.
De todas las torres ubicadas en el término tarifeño, la más antigua y también la más visible es la torre de la Peña, conocida también como Roca del Ciervo. La cual controlaba la Ensenada de Valdevaqueros. Fue construida por los musulmanes entre los siglos XII y XIII, y es de planta cuadrada. Se sitúa sobre una escarpada peña y fue siempre un lugar muy valioso para controlar el acceso terrestre a Tarifa desde poniente. Por ella discurre lo que hoy es la Carretera Nacional 340, construida probablemente sobre la antigua Via Heráclea romana. Está atestiguada la lucha que se produjo al pie de la torre durante la Batalla del Salado, el año 1340, o los enfrentamientos entre las fuerzas hispano-británicas y francesas en la Guerra de la Independencia contra los franceses.
Destacan también las torres del siglo XVI, del cabo de Gracia (convertida en faro en el siglo XIX, como la de la Isla) y de Guadalmesí. Pero el sistema continuaba hacia el interior, del cual son testigos en la zona de Puertollano la Torre del Rayo, musulmana, y la Torregrosa, cristiana y más amplia y lujosa. La riqueza en agua de esa zona era aprovechada para instalar molinos hidráulicos, de los cuales todavía se conserva alguno en funcionamiento. En la zona de Facinas se repite un esquema similar, con restos de varios molinos. Como hemos dicho, además de la pesca, la base de la economía tradicional de la zona ha sido la ganadería, la agricultura y la explotación de los recursos de los montes (madera, carbón, corcho, miel).