Playas de Tarifa

Atlanterra, se extiende desde el pueblo de Zahara de los Atunes hasta el cabo de Gracia, cubriendo el núcleo urbano de Zahara y la urbanización de Atlanterra en Tarifa. Es una playa extensa, ancha y familiar, en el que se puede disfrutar de la tranquilidad incluso durante el periodo estival.

La Playa de Bolonia es una playa casi salvaje situada a unos 15 minutos en coche de Tarifa. Es la continuación hacia el sur de Zahara de los Atunes y Atlanterra pero no están conectadas ya que se separan por acantilados. Concretamente, limita al oeste por punta Camarinal y su playa de Arroyo Cañuelo, y al este por punta Paloma; en el interior está bordeada por la sierra de La Plata, la sierra de la Higuera y la loma San Bartolomé. Que sea una playa tan virgen no es casual, ya que sólo se puede acceder por la N-340 y la carretera es estrecha y sinuosa.

Bolonia es más que una playa, es un entorno natural con parajes llenos de naturaleza casi virgen, arena fina y blanca, aguas cristalinas y un espacio dunar.

La duna de Bolonia es una duna de arena de más de 30 metros de altura situada al noroeste de la ensenada de Bolonia, en dirección a punta Camarinal, en la costa atlántica de la provincia de Cádiz. Fue declarada monumento natural en 2001

Los que la visitan entienden que es un entorno natural único que debe ser respetado. La playa tiene unos 4 kilómetros de largo y unos 70 metros de ancho.

La playa encuentra en los límites del Parque Natural del Estrecho, lo cual asegura la preservación del entorno.

La Playa del Cañuelo se sitúa en un entorno natural de gran valor ecológico, con abundante pinares, jaras y sabinas, la playa. Es una playa de 800 metros de longitud y 50 metros de ancho, compuesta por arena dorada y fina y aguas cristalinas. El oleaje es moderado y el grado de ocupación bajo, incluso durante la época estival.

A este espacio tan singular tan sólo se puede llegar a pie, atravesando, durante una media hora aproximadamente, un sendero natural. Esta es una de las principales razones para que esta playa tenga un bajo grado de ocupación.

La playa, situada entre los cabos de Plata y de Gracia, tiene una extensión de 1500 metros y una anchura media de 50 metros y arena fina. Es una playa poco masificada durante el verano, en parte, por encontrarse lejos de los principales núcleos de población y, sobre todo, por la mayor popularidad de la vecina playa de Atlanterra.

Después del Río Jara encontramos la Playa de Carriles o Lances Norte, con un arenal de 4.600 metros, es la que reúne las mejores condiciones de toda la costa gaditana para la práctica del windsurf y el kitesurf. También es donde se concentra la mayor parte de las escuelas para la práctica de estos deportes, lo que facilita su disfrute por parte de las personas usuarias. El colorido siempre es impresionante.
Se encuentra en paralelo a la carretera N-340, por lo que su acceso es sencillo. Un arroyo costero la separa de Los Lances Sur.

Se encuentra a continuación de Los Lances Norte y llega hasta el término urbano de Tarifa, por lo que es la playa que cuenta con todos los servicios que puede tener un arenal. Playa familiar con todo tipo de servicios, como duchas, pasarelas y establecimientos de restauración con una cocina muy variada.

Pequeña cala mediterránea ubicada entre el puerto y la Isla de Tarifa, con un ambiente muy familiar y acogedor y con mucho encanto para disfrutar de un buen baño en sus aguas frías y cristalinas.

Casi a pie de la carretera N-340, se encuentra la Playa de Valdevaqueros, uno de los lugares más famosos de Tarifa y una de las playas mejor consideradas del litoral de Cádiz tanto por la gran concentración de practicantes de windsurf y kitesurf que se dan en los días que sopla el viento, como por su entorno paisajístico.

Es una playa que cuenta con zonas balizadas para windsurf, kitesurf, y para bañistas. Con levante, siempre la mejor opción para hacer estos deportes.

La Playa de Valdevaqueros ha sido elegida como la mejor playa de España.

De sus características lo que más destaca son las grandes formaciones de dunas, que parecen incluso grandes montañas de arena dorada y fina. Subir hasta lo más alto puede resultar cansado, aunque hay algunos tramos en que la arena está dura y muy compacta, lo que facilita la ascensión. Vale la pena alcanzar la cima, por la sensación que puede experimentarse en lo alto, como si se tratase de un lugar imposible donde se juntan el mar, el desierto, el bosque y la montaña.